Esta forma de atenuación ocurre cuando la onda transmitida se topa con discontinuidades y características de naturaleza defectuosa, de tal manera que la onda transmitida pierde energía por su interacción con los defectos.    

En el caso específico de la corrosión, los niveles de atenuación inducidos por este defecto suelen ser altos, ya que hasta las pequeñas picaduras reflejan una onda guiada. El conjunto de picaduras genera una reflexión acumulada que disminuye la amplitud de la onda transmitida, lo que influirá directamente en la reducción del rango de inspección, Sin embargo, esto depende del perfil de desplazamiento de la onda y la cantidad de energía o amplitud de desplazamiento que concentra cerca de la superficie. En este sentido, se puede determinar entonces de la figura 1, que la corrosión es capaz de generar una señal de reflexión independientemente de su mecanismo, dimensión y orientación.