
Una onda en general es una propagación capaz de transportar energía en su recorrido. Dependiendo de si la onda requiere de un medio para transportarse, de la dirección y dimensión de su perturbación, entonces se les asigna una clasificación [6] tal y como se presenta en la figura 1.
Las Ondas guiadas pueden presentarse en diferentes forma y modos de acuerdo con la dirección de su perturbación. Ejemplo: Longitudinal, Lamb, los modos torsional y flexural en tuberías y ondas transversales en planchas, entre otras.

Figura 1. Clasificación de las Ondas según el medio, la dirección y dimensión de propagación. Adaptado de [58]
La rapidez con la que se propagan las Ondas Guiadas en un material viene determinada por la frecuencia [7], existiendo de manera general una relación inversamente proporcional entre dicha frecuencia y la longitud de onda, quiere decir qué, menores longitudes de ondas están asociados con valores altos de frecuencia y por ende una alta sensibilidad de la prueba por Ondas Guiadas, por esta razón se busca un equilibrio entre la longitud de onda, distancia de barrido y sensibilidad obtenida. Esta dependencia de la velocidad de la onda con la frecuencia es propia de las ondas guiadas y conduce al fenómeno de dispersión. Aspecto que no se manifiesta en el ultrasonido convencional que utiliza ondas Longitudinales o transversales, cuya velocidad depende únicamente de las propiedades del material. Por este motivo, las curvas de dispersión son necesarias, toda vez que permiten conocer la relación entre la frecuencia y la velocidad específica, donde no siempre es proporcional.

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Figura 2. Relación entre la frecuencia de Ondas Guiadas, la longitud de onda y la sensibilidad. Tomado de [17]
En la figura 2, los círculos hacen referencia a la dimensión que toma la longitud de onda a medida que disminuye la frecuencia. A su vez, esto se relaciona con el tamaño de defecto que se puede ir encontrando en función de esa disminución de frecuencia.